Vengo a hablaros de algo esencial para el ser humano: la familia (que decía Vito Corleone ;) ). Como siempre desde mi perspectiva, intentando mejorar nuestra autoestima y automotivación.
Para muchas personas el núcleo de su familia es el núcleo de su vida ya que son los seres que siempre estarán ahí. Los amigos y las parejas pasan, se van y vienen otros pero la familia es siempre la misma. Bien, aunque eso puede ser cierto para mucha gente yo opino ligeramente diferente...
Y es que todos conocemos casos de padres que maltratan a sus hijos, hijos que abandonan a sus padres y abuso entre miembros de la misma familia.
No quiero centrarme en esta parte negativa, pero si quiero hacer ver que ser familia no es sinónimo de comportarse como una familia. "La sangre" como muchos afirman no es siempre lo que más pesa, sino la relación de confianza, protección y seguridad que se establece entre nosotros. Esto generalmente es más fuerte entre padres e hijos obviamente debido al gran sentimiento de protección hacia nuestros hijos y en el caso de nuestros padres por haber sido criados por ellos y pasar la parte más importante de nuestra vida en cuanto a formación de la personalidad: la infancia. Ya he hablado anteriormente de ello en la entrada "El peso de la educación". Pero eso no ocurre en entornos desestructurados o donde hay miembros con problemas serios.
Si habéis pasado por este caso probablemente os sentiréis confusos y desamparados en algunas épocas de vuestra vida. Seguramente pensaréis que sois unos incomprendidos ya que muchos no entenderán porque no tenéis buena relación con vuestra familia y quizás os lleguen a prejuzgar por ello. Y es que eso es muy difícil de comprender para el que tiene unos fuertes lazos familiares.
Para empezar debemos entender que nuestras circunstancias no son las de los demás, cada ser humano es único y no podemos pasar por nuestro filtro su vida. Puede que haya tenido experiencias muy diferentes y más duras a las nuestras, algunas de ellas que deberíamos haber pasado en primera persona para llegar a comprender del todo. No es conveniente juzgar a alguien tan solo porque su vida sea muy diferente a la nuestra. Por lo que, si lo que más apreciáis de vuestra vida es a vuestra familia pero habéis conocido a alguien que no tiene la misma relación esperad a que os explique los motivos (si es que quiere hacerlo, hay que respetar) antes de decidir que esa persona es egoísta o desarraigada.
Para vosotros, los que no habéis tenido suerte en el sorteo de la familia (recordad que no les elegimos nosotros). Decir que, ser incomprendido es algo natural para todos, os aseguro que los seres humanos a veces nos entendemos muy mal y tendemos a juzgar así que no os preocupéis demasiado por esas actitudes. Seguid con lo que de verdad sintáis y os haga ser felices, jamás dudéis de vuestro instinto. No hay una solo manera de vivir y podéis ser tan felices como el que más y no hay nada que nos puede hacer más desgraciados y tener más problemas que vivir en un entorno "inconveniente".
Pero sobretodo había escrito esta entrada para hacer una reflexión: la familia no siempre implica consanguinidad sino también afinidad.
Nos hemos metido tanto en la cabeza que los únicos que van a estar ahí serán los que compartan nuestros genes que nos hemos convencido de ello y a veces nos comportamos de manera egoísta y desapegada con los demás porque ya tenemos la seguridad de los lazos "de sangre", y los demás... ¿para qué?. Esto lo hemos creado nosotros, cuando cualquiera podría ser miembro de nuestra familia. Os puedo asegurar que amigos y pareja pueden serlo de igual manera que de tíos, primos, padres o hermanos. Y todo depende de la relación que queramos tener y de las disponibilidad de todos.
Si amamos a alguien, da igual el tipo de relación que tengamos con esa persona, querremos protegerle, estar con él/ella, desearle lo mejor, sentiremos su dolor y nos alegraremos de sus triunfos. Un amigo de verdad no se distingue en nada de un miembro de nuestra familia, puesto que pueden ser la misma cosa. Un amigo de verdad siempre estará ahí, en los buenos y en los malos momentos. Aunque pase el tiempo y vivamos lejos, cuando volvamos a encontrarnos será como el primer día.
Eso es la verdadera amistad, una familia elegida.
Si entendemos eso nuestros lazos se vuelven difusos, no hay preferencias, solo hay gente a la que AMAMOS.
¡Un fuerte abrazo amoresssss!
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